Al alcanzar un cierto grado de sabiduría nos damos cuenta de que pedir es absurdo y que denota una falta de conocimiento.
Las entidades superiores que nos ayudan lo hacen porque es su forma de manifestarse…no porque nosotros se lo pidamos. Nos están ayudando siempre.
Pedir por un hecho concreto o para ser mejores es de hecho lo mismo.
Las cosas son como son y aceptarlas es el primer paso. A partir de aquí si se pueden mejorar se mejoran. Pedir intuición para lograrlo es no comprender que en cada momento comprendemos lo que estamos preparados para comprender y que las entidades superiores nos dan la información que precisamos. Manifestamos lo que somos…no lo que creemos ser o lo que deseamos ser. Cualquier decisión que tomamos no es necesariamente la mejor opción… es sencillamente la opción que manifiesta nuestro grado de evolución. Nunca cometemos errores, nunca nos equivocamos… solo nos manifestamos.
Desear otro resultado, pedir por otro resultado es humano… pero no sirve para nada. Si coinciden nuestros deseos o ruegos con el resultado no es por nuestros deseos o ruegos…sino porque estos son un fiel reflejo de lo que somos.
Agradecer…alegrarse del ser conscientes de lo que somos conscientes no es sumisión por las bondades recibidas…es sencillamente alegrarnos de estar donde estamos. Largo y duro a sido el camino para llegar hasta aquí…ahora sabemos que estamos en un punto del camino… y que nuestro conocimiento se ira ampliando.
Ser conscientes de esta verdad no nos da menos penurias o mas alegrías… recibiremos las que necesitemos para ir evolucionando. Nuestra enseñanza esta basada en el vivir diferentes experiencia y desde todos los ángulos posibles. Ser conscientes nos da más serenidad ante unas y otras.
Comprendemos que son experiencias,que resolveremos conforme al nivel alcanzado hasta este momento… y que todas son «ilusiones» puestas ante nuestros ojos para comprender el mensaje que desde el inicio de los tiempos nos han transmitido las mentes más avanzadas espiritualmente.
Venimos a aprender a Amar y lo hacemos por tramos a los que llamamos vidas. Nos sumergimos en «una ilusión» y perdemos la conciencia de quienes en realidad somos para vivir plenamente la experiencia olvidando que solo es una ilusión. Es lo que sentimos en cada tramo de cada vida lo que nos enseña, son estos sentimientos los que nos hacen evolucionar. Todo lo que creemos real… es energía que nuestro cerebro decodifica según su vibración en una forma u otra.
La muerte es solo el final de la ilusión. Podemos, hasta que se ha completado el proceso, vivirla como una agonía,una tragedia, una injusticia… como un hecho que no puede ser cambiado por más que nos rebelásemos a ello… o como el final de una clase. De nuestro conocimiento depende como la vivamos.
Dejar de pedir, agradecer el ser capaces de tomar conciencia de haber llegado hasta donde hemos llegado y aspirar a alcanzar más conocimiento para comprender lo que estamos viviendo es haber alcanzado, dentro de los limites del ser humano,un gran grado de sabiduría.En este estadio ya no hay enemigos… ya no nos sentimos amenazados. Somos conscientes de que todos estamos manifestando justo lo que somos y todos somos igual de importantes y necesarios.