El tiempo solo existe en esta realidad.
La separación es una ilusión.
Nunca dejamos de estar en casa.
Difícil de entender.
Imagina que eres un potente foco de luz, una energía permanente e ilimitada… Es la luz que irradias la que se expande, tu permaneces en tu lugar. Eres el origen, la causa.
Tú contemplas todo lo que alumbras y puedes cambiar la dirección de tu enfoque… la potencia con la que alumbras… Y si alumbras.
No eres la luz que irradias, eres la energía que la manifiesta.
Entonces, el tiempo, que se mide por la velocidad y la distancia… En el punto de inicio no existe. No hay ni velocidad ni distancia en el origen.
La luz es una manifestación… La realidad eres tú, la energía de la que emana.
Desde nuestra perspectiva… Cuando un ser querido fallece nos dolemos por su ausencia.
Tememos el momento en que nosotros también desapareceremos y también nos dolemos porque dejaremos a quienes amamos.
Este dolor y temor desaparecen en el momento en que fallecemos, solo entonces despertamos del sueño. La ola, solo recuerda que es el mar, cuando se desvanece en la orilla.
No es que nos reunamos con nuestros seres queridos.. es que nunca hubo separación.
No es que con el tiempo volvamos a encontrarnos… es que nunca nos separamos.
Cuando amamos, nuestro sentimiento no depende ni de la distancia ni del tiempo que nos separa de nuestros seres queridos… ni de si somos correspondidos.
Solo amamos y gozamos de este sentimiento.
El amor es la fuente, es la energia que se irradia. Somos amor manifestándose, en diferentes direcciones e intensidades.
Cursos y terapias de Reiki presenciales y a distancia.