A lo largo de nuestras vidas hay acciones que nos avergüenzan y que intentamos ocultar. A lo largo de nuestras vidas hay acciones ajenas que nos han dañado y que no podemos olvidar.
Uno de nuestros mayores lastres son las culpas y rencores que vamos acumulando.
Podemos intentar engañar a los otros…y hasta a nosotros mismos, pero no lo lograremos con todos ni todo el tiempo.
Unas veces nuestras vergüenzas acaban siendo expuestas a la luz publica…y otras cuando nos miramos en el espejo…somos nosotros mismos los que nos sentimos avergonzados, aunque logremos ocultarlo a todos. El resultado siempre es dolor, baja auto estima y vergüenza propia.
Solo lograremos estar en paz cuando nos aceptemos y responsabilicemos de nuestros actos por un lado…y cuando superemos el daño que nos han causado por otro. Todos podemos perdonar…del mismo modo que todos deseamos ser perdonados…amados.
No somos perfectos….ni estamos obligados a serlo. Todos cometemos errores…y todos los recibimos.
Lograr comprender que nuestros errores fueron una parte de nuestro aprendizaje…. y los errores ajenos del suyo es un gran logro. En los dos casos todos cosechamos experiencia.
No nos vale decirnos que nuestras casas están limpias si no levantamos las alfombras y limpiamos lo que a la vista esta escondido.No nos vale con entender algo…tenemos que sentirlo. No funciona decirle a alguien te perdono…si no lo sentimos.
Limpiar nuestro subconsciente de culpas y rencores no es difícil.
Fijémonos en las palabras que usamos…. limpiar nuestro subconsciente. Implica este posesivo que nuestro subconsciente es una de nuestras posesiones. Como los dueños de nuestras posesiones podemos reorganizarlas, repararlas…o descartarlas.
Tenemos herramientas para limpiar nuestras casas, nuestros cuerpos…y nuestras mentes.
Nuestro subconsciente reacciona a la voz humana y a los mensajes repetitivos. Usando estas dos herramientas mientras estamos relajados o dormidos, logramos reorganizar, regenerar y/o descartar lo que deseemos.
Hemos grabado una relajación que ayuda a conciliar el sueño o a relajarse…y en este estado (tanto da que estemos dormidos como relajados) limpiamos nuestro subconsciente de culpas y rencores. Nos adentramos, gracias a esta relajación, en el camino de la comprensión, la generosidad, la tolerancia, el propio respeto y el ajeno y la sabiduría….en definitiva logramos aceptarnos y amarnos.
Cuando alguien se respeta es impensable que no de lo mejor de si mismo.
Te ofrecemos esta relajación para que la escuches de manera repetida para que sus resultados te sean evidentes.