Mucho nos han hablado, de lo maravilloso que es encontrar a nuestra alma gemela.
Es el sumun de la felicidad.
Esta persona que nos comprende, con la que nos complementamos al 100%, fuente inagotable de dicha compartida… vamos el cielo en la tierra, para quienes tienen la fortuna de encontrarla.
Quizá para unos muy pocos afortunados sea cierto….pero quizás nuestra alma gemela se ha encarnado para ayudarnos a evolucionar mostrándonos su apoyo incondicional en los momentos más difíciles… o para forzarnos, hasta más allá de nuestros limites… para ayudarnos a superarnos. Para que aprendamos a decir basta.
Personas que nos ayudan a superarnos, a lo largo de nuestras vidas, afortunadamente hay muchas… nuestra alma gemela tiene una particularidad que la hace única.
La energia que desprende hace que nos sintamos plenos… es como si descubriésemos, que nos faltaba algo que no sabíamos que nos faltaba, para sentirnos en plenitud… y esta persona lo logra.
En este último caso, el día a día, no es un camino de rosas. Evolucionar significa expandir nuestra conciencia, dejar atrás nuestra zona de confort, aumentar nuestro valores y dejar atrás quienes fuimos… para convertirnos en quienes somos… y esto es muy duro.
Más si es nuestra alma gemela quien nos fuerza a ello.
Alguien que nos proporciona ese vínculos inexplicable…alguien con quien podríamos ser completamente dichosos nos desafía, nos maltrata, nos traiciona, nos humilla… nos provoca mucho dolor.
Su objetivo es que, con el ataque al que nos somete, si logra su objetivo, nosotros podamos superarnos y convertirnos en mejores personas… no caer en la ira, la venganza, la humillación, el deseo carnal puro y duro… su misión es que aprendamos a perdonar, a valorarnos, a amarnos y respetarnos…. a no ser dependientes… a sentirnos libres y plenos. Nos aman tanto, que se prestan ha este papel tan ingrato.
Un dia, cuando hemos logrado alcanzar un nuevo estadio de evolución, gracias a quien creímos nuestro peor enemigo….comprendemos…. y aceptamos que amamos infinitamente a esta alma… y que no depende de su cercanía física ni de su comportamiento.
Una vez nos hemos encontrado y nos ha ayudado… nuestros caminos puede que se separen, su trabajo esta hecho. Pero la plenitud que sentimos cuando la recordamos persiste.
Nuestras almas se han reconocido. Nos logremos entender o no, por alejados que estemos, no nos sentiremos solos, saber que esta persona existe es suficiente. Es un amor desinteresado…que nos proporciona calidez, ternura, aceptación…y sabemos que trasciende el tiempo y el espacio, pues nuestro vinculo es eterno.
No es imposible, que dos almas gemelas logren, superada su meta de evolución, continuar juntas físicamente… y si, disfrutar de esta plenitud, ya sin dolor, en plena armonía, hasta el final de nuestros días, aquí, en esta vida….pero es bastante improbable. Porque implicaria que nosotros hemos evolucionado… y nuestra alma gemela también, en la misma dirección… y no necesariamente cambiar sea también su objetivo.
Los dos continuaremos nuestros caminos, relacionándonos con otras almas, pues nuestros objetivos de vida son diferentes. Continuaremos nuestros caminos siendo maestros o alumnos según cada circunstancia. No hay vivencia gratuita, implique gozo o dolor, todo tiene su porque, todo forma parte de un gran plan, que desconocemos en este grado de conciencia.
Si el objetivo no se logra, caemos en un infierno personal, que puede alargarse el resto de nuestro tiempo en esta vida. Es un enganche enfermizo, no sabemos alejarnos, ni sabemos evolucionar.
Somos almas inmortales, utilizando cuerpos y personalidades temporales, para evolucionar experimentando…
.
Muchas gracias por tu atención.
Muchas gracias por tu atención.