Nuestra finalidad vital no es castigar al opresor o ser castigados por nuestros desmanes… aunque todos ante el dolor que consideramos injusto, en algún momento lo deseamos… o creemos merecerlo.
Nuestra finalidad vital es recordar amarnos.
Amarnos lleva implícito respetar y respetarnos, mientras no lo conseguimos dañamos y nos dañamos… el dolor es la fuente de la ira, la venganza, el rencor, la envidia, el desprecio, la injusticia, el desespero, el miedo… a más aprendizaje menos dolor, más alegria y bienestar.
Como nos sentimos al final de nuestra estancia en la Tierra es un claro reflejo de nuestro grado de avance.
Tranquilos, hasta que no recordamos, vamos experimentando.
Esto es una escuela cuyo método de enseñanza es la experimentación con realidad virtual.
El programa nos hace sentir como reales todos nuestros sentimientos, emociones, pensamientos y acciones… sin ninguna posibilidad de dañar o ser dañados realmente. Un símil es un parque de atracciones. Desde la atracción mas suave a la más intensa, todo esta controlado y se creo con una determinada finalidad.
Para lograrlo, al ingresar en el juego… al nacer, nuestra conciencia se auto limita. De otro modo no lo viviríamos como real.
Al morir nuestra conciencia recupera todo su potencial… desde tiempos antiguos y ahora con base científica, sabemos que nuestra conciencia se expande.
Las experiencias cercanas a la muerte ocurridas en hospitales y completamente monitorizadas no dejan lugar a dudas.
Las personas que las experimentan cuentan, y se comprueba con posterioridad, lo que ocurre mientras su cuerpo y mente estaban completamente parados… no solo en el lugar donde está el cuerpo sino a mucha distancia de ellos, lo viven completamente despiertos y sin miedo o dolor.
Esta experiencia les cambia la vida.
Por no hablar de lo que cuentan cuando sienten que se elevan, transitan por un túnel y seres queridos ya desencarnados les reciben. El sentimiento de: paz, amor, bienestar y no tiempo es tan alto que no tienen palabras para definirlo.
Hay un tanto por ciento pequeño., pero no despreciable… que cuentan experiencias terroríficas. Necesitan terapia para poder aguantarlas.
No sabemos aún que provoca estas diferencias… una hipótesis es la vibración de poco amor que se tienen cuando ocurre esta casi muerte.
Pero esta parte no es contrastable por los mecanismos de los que disponemos… la primera, lo que cuentan que ocurre cuando están desconectados de nuestra realidad, si, ya sin duda.
No es la venganza que se nos debe por el daño causado o el miedo al castigo por nuestros actos lo que se evalúa al rememorar nuestra experiencia y vivencia en el juego, cuando salimos de él.
Se puntúa el autocontrol, agradecer la oportunidad del aprendizaje y el auto respeto y sabiduría adquiridos al comprender la causa.
El daño que se nos causa, nos da la oportunidad de superarnos a nosotros mismos, dejar atrás la venganza… por más que duela y creamos injusto el trato recibido. Manifestar amor y no odio.
En el plano espiritual actuamos como maestros y alumnos de quienes nos dañan o dañamos… y de todos con los que nos relacionamos si tener conflictos con ellos… porque, cada uno de los desmanes, alegrías y demás experiencias vividas, contiene la oportunidad de entender, manifestar y dejar de dañar y dañarnos, por las dos partes.
Mientras no lo comprendemos y nos dejamos arrastrar por la sed de venganza, victima y verdugo se igualan. No se aprende por temor… se aprende… se recuerda… por convicción. A la Vida no le valen las trampas. Amarnos es la clave, recordar que somos amor manifestándose.
No podemos experimentar perdonar sinceramente si no hemos sido dañados, por ejemplo.
Esto no significa dejarse dañar y perderse el propio respeto para ser mejores… significa expandir nuestra mirada, comprender el porqué de la experiencia, el porque hemos necesitado el grado de dolor que a causado para comprender… y que ha sido el justo para lograrlo, agradecer la enseñanza y alejarnos.
No, no se trata de premios o castigos… aunque según lo que vivamos, así lo sentimos. Se trata de recordar amarnos.
Al alcanzar un cierto grado de amor nos hermanamos.
Tu y yo somos nosotros.
El grado más alto de amor, la conciencia plena del Yo Soy Todo, dentro del juego virtual no podemos alcanzarlo.
Ojalá, pronto, todos podamos vernos como compañeros, como hermanos… y logremos dejar atrás el yo que tanta soledad, dolor y miedo provoca.
Sinceramente, un gran abrazo hermano.
«La Vida es sueño… y los sueños sueños son»
Calderón de la Barca
Te dejo el enlace a: una entrevista al Dr. Manel Sans Segarra.
Medico cirujano que documenta las experiencias cercanas a la muerte monitorizadas… y comprueba las experiencias que sus pacientes, contra toda lógica racional relatan.
Una entrevista a la Dra. Luján Comas anestesióloga, que al igual que el Dr. Sans se dedica a documentar y compartir estas experiencias, desde el ámbito clínico.
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